En el caso de las válvulas de goma, suele ser necesario tratarlas con un lubricante antes del montaje.
Con la introducción de los sensores de presión de neumáticos de medición directa con válvula integrada, este requisito de
se ha vuelto aún más importante, ya que los nuevos tipos de válvulas son muy sensibles a los pares de retracción excesivos.
Las válvulas de goma con sensores pueden dañarse muy fácilmente si no se tratan, lo que inevitablemente provoca daños y la consiguiente pérdida de aire en el neumático.
Se trata de un líquido especial a base de Policera que garantiza un efecto lubricante a corto plazo y luego ventila muy
rápidamente. La ligera película de cera nutre y protege la válvula y permite un mejor ajuste y un mejor sellado entre la válvula y el orificio de la llanta.
